La COVID-19 ha golpeado a la civilización con una fuerza que puede hacernos recordar la caída de aquel asteroide que cambió hasta la temperatura del planeta: Ya nada será igual. Pero el ser humano, que por su naturaleza tiende a buscar soluciones, recoge, al tiempo de sufrir los estragos de la pandemia, todas las experiencias posibles para poner fin a este desafiante episodio.