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 Con especial atención en los sectores priorizados (Salud y Educación) y grupos vulnerables (niños, embarazadas y ancianos), la provincia Artemisa evalúa alternativas frente al déficit de harina que enfrenta el país.

En el municipio cabecera, hasta el momento, se garantiza la producción, en días alternos, del pan para el hogar materno y de ancianos; estudiantes internos del preuniversitario Manuel Ascunce, de Las Cañas; la Escuela Especial, Ciro Redondo García, del Consejo Popular Lavandero y la salas de hemodiálisis y donaciones de sangre, del Hospital Provincial, informó Frank Sánchez Rodríguez, director de la UEB Alimentaria Artemisa.

Asimismo, “garantizamos, un día sí y otro no, el pan de la canasta familiar normada a los más de 86 mil consumidores que tiene el municipio Artemisa”, explicó.

Sánchez Rodríguez aclaró que la Villa Roja tienen siete panaderías, de ellas cinco bajo producción cooperada, que se mantienen ofertando a la población el pan de 140 gramos a 70 pesos, elaborado con las materias primas que importan las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (Mipymes) locales.

“Sabemos que esta no es una opción asequible para el bolsillo de todos los artemiseños, pero nos permite al menos llegar con ofertas a una parte de la población”, señaló.

José Gilberto Contreras Hernández, director general de la Empresa Provincial Alimentaria, ahondó sobre la intención de, paulatinamente, garantizar mediante el uso de extensores, como boniato y calabaza, la elaboración del pan destinado al consumo social del resto de los municipios, entiéndase programas de Salud Pública y meriendas escolares. Estrategia que todavía no surte efecto.

Asimismo, el sistema de panaderías el territorio no deberá detener el paso. «También evaluamos la posibilidad de recurrir a la elaboración de productos a base de huevos, para suplir con opciones nutritivas las carencias que afectan a la población», precisó Contreras Hernández.

Las autoridades del Minal han anticipado que la estabilidad necesaria para garantizar las cantidades requeridas de harina no se alcanzará hasta finales del mes de marzo. Cabe destacar que mensualmente se necesitan unas 20 000 toneladas de harina exclusivamente para la producción del pan esencial en la canasta familiar normada y el consumo social de todo el país.

Giselle Vichot Castillo

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