La compleja situación internacional que hoy existe impone costos adicionales, y muy fuertes, a la economía cubana, que la han llevado a funcionar como una economía de guerra. Se hace muy difícil elevar la eficiencia de la producción y los servicios, lo cual ha retrasado la recuperación económica. Por tanto, resulta indispensable aplicar medidas adicionales y urgentes con vistas a reimpulsarla.