A menos que una nueva cepa empezara a recorrer el mundo y llegara a Cuba —y no parece muy probable, por ahora— y los índices de inmunidad de la población empezaran a caer —y se trabaja para que no ocurra—, en las próximas semanas debe mantenerse estable el nivel de casos confirmados y fallecidos por COVID-19 —y con tendencia al descenso—.

Uno de los productos más prometedores con los que cuenta hoy el Centro de Inmunología Molecular (CIM) es la NeuroEPO, un fármaco neuroprotector que obtuvo el pasado mes de marzo por la agencia reguladora cubana, el Centro para el Control Estatal de Medicamentos, Equipos y Dispositivos Médicos (Cecmed) un registro sanitario condicional para la indicación de la enfermedad de Alzheimer leve y moderada.