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Ingenio y creatividad por y para Cuba

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Una fractura de cadera en los ancianos puede ser fatal, más cuando no disponen de una prótesis que les facilite volver a caminar. El precio de una de estas a nivel mundial, por cantidad, puede llegar hasta 800 dólares según el fabricante, un gasto impensable para muchos y difícil de asumir por un sistema de Salud como el nuestro, público, pero con limitaciones financieras agudizadas por la pandemia y el bloqueo.

 
Cuando usted lea estas líneas, medio centenar de abuelas cubanas ya están en proceso de rehabilitación, caminando, gracias a un grupo de personas provenientes de diversos sectores de la sociedad, que se juntaron con un mismo propósito y sin esperar nada a cambio: de sus manos y su ingenio ha salido la primera prótesis parcial de cadera hecha en Cuba.
 
paciente cadera
 
Detrás de ese logro de la ciencia y la innovación, dos ariguanabenses saltan a la vista: el Doctor en Ciencias Roberto Balmaseda Manet, destacado ortopédico y traumatólogo cubano y Osbel Fleitas López, un joven trabajador por cuenta propia que no dudó un segundo en incorporar su talento a tan noble empeño.
 
“Yo comencé en el mundo de la fabricación de piezas de repuesto de motos por necesidad. Soy graduado de técnico medio en Electrónica y cuentapropista desde 2015. Empecé siendo pulidor de metales y después hojalatero, pero siempre tuve que hacer piezas de repuesto.
 
“Un día estaba armando mi moto y compré unas patas de freno en la tienda, pero eran caras y de pésima calidad; entonces me empeñé en fabricarlas para mí. Yo había estado tres años en España, trabajando en una factoría de carros y allí aprendí mucho en un taller de embutición, además de toda la literatura que consumo sobre el tema.
 
“Hice los troqueles, pero automáticamente vi en mis manos un tesoro y quise buscar la legalidad. El camino a partir de ahí fue complejo, con muchas puertas y mentes cerradas. Trabajaba con lo que apareciera y seguí tocando puertas hasta que logré ampliarme. Pese a la calidad de lo que hago nunca pude comercializar mis piezas con empresas del estado, aun cuando estaban interesados, pero no me han faltado los clientes nunca”, asegura.
 
osbel taller
 
Hoy Osbel López es oficialmente fabricante de piezas de repuesto para motos, con marca registrada y logotipo. Tiene un pequeño taller con máquinas que también tienen su sello y ya acondiciona otro local para ampliarse, en el propio San Antonio de los Baños.
 
“Por necesidad tuve que hacer mis propias máquinas para trabajar, pues no tenía el dinero para importarlas. No es lo mismo un taladro o una pulidora que una punteadora de contacto o prensa hidráulica que son equipos industriales . Esos tuve que hacerlos yo. En dos años logré construir mis propias herramientas, que no son pocas, y actualmente las tengo avaladas por una empresa habanera que da vida legal a los equipos construidos por esfuerzo propio y que cumplen los estándares internacionales.
 
De la necesidad surgió entonces toda la creatividad que Osbel ha puesto en función de Cuba. Las prótesis, asegura, no llegaron a su vida, más bien fue al contrario.
 
“Yo llegué a las prótesis. Conozco al doctor Balmaseda desde niño pues es amigo de la familia. Lo llamé por una cuestión personal y él me pidió colaboración para construir una esfera en dos mitades, algo que lo tenía ocupado hacía seis meses.
 
“Le dije que era fácil y en una semana le entregué las dos mitades. Todo lo hice aquí en San Antonio. Tuve que filmar un video para que vieran el proceso, y enviarle toda mi documentación, quién era y a qué me dedicaba, lo cual es lógico por la sensibilidad del proyecto.
 
“Al principio comenzamos a hacerlo todo en Camagüey, en la Empresa Militar Industrial. Actualmente hago aquí las esferas y las soldo, pues soy padre desde hace unos pocos días y no quiero trasladarme. Me mandan las tiras de material, yo embuto las semiesferas en mi taller, las limpio y las soldo; luego en Camagüey, donde fabrican el tallo, se hace todo lo restante y va directo al hospital. Estamos ampliando capacidad de producción con la meta de llegar a 150 al mes”, explica.
 
Desde noviembre de 2022, el Centro para el Control Estatal de Medicamentos, Equipos y Dispositivos Médicos (CECMED) concedió el Autorizo de Uso Excepcional para este producto, hoy en fase III de los ensayos clínicos, con operaciones solo en el Hospital Fructuoso Rodríguez, de La Habana y excelentes resultados en los pacientes hasta la fecha.
 
Hasta el momento solo han producido de una medida (43) y para mujeres, pues las de hombres llevan el tallo más largo. En Cuba hay de otras medidas porque cuando se compra un paquete trae todas las medidas, pero estas son las que más se usan.
 
Osbel, por su responsabilidad e inteligencia, es pieza clave en este proyecto que asegura debiera llamarse Balmaseda “Fue este hombre quien tuvo la capacidad de unir a un amigo suyo argentino fabricante de prótesis, a personal de la Unión de Industria Militar, a un cuentapropista como yo y a otros creadores e ingenieros, en función de salvar a nuestros abuelos que son los más beneficiados.”
 
Asegura que como él, hay muchos trabajadores talentosos en Cuba que debieran ser tocados para poner su intelecto en función del desarrollo. “Cuba necesita de todas las personas. Tenemos mucha gente buena, y eso lo pude comprobar aquí mismo en San Antonio, mientras construía la máquina para soldar estas piezas que demandaron la ayuda de muchas personas anónimas. Siempre que toqué la puerta de un tornero o un pintor obtuve la colaboración gratuita y eso dice mucho del valor humano de nuestro pueblo”.
 
A sus 38 años acumula muchas horas de estudio e incluso ya tiene la metodología para hacer la esfera en una sola pieza, lo cual ahorra tiempo, materia prima y da al producto final calidad y posibilidades para obtener la homologación internacional. Asimismo trabaja en una máquina para pulir las piezas de manera automática. “Esas máquinas las he creado yo, con mis propios recursos, pero son un regalo para Cuba”, dice con orgullo.
 
En su taller las noches y los días parecen no alcanzar. En el pequeño espacio del que dispone, se hace muchos más que piezas de repuesto para motos. De allí sale también vida, esa vida que recobran las personas luego de recibir una prótesis. Sin dudas, la sonrisa de las ancianas que han vuelto a caminar al otro día de la operación son las mejores fotos que atesora en su galería, junto a las de su pequeña niña que es también hoy, su razón de apostar por una Cuba mejor.
 
osbel hermana
 
Tomado del artemisadiario 

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